Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma.
Salmo 143:8📖
En la vida de casi todo discípulo, hay ratos de soledad y duda. Parece como si nuestros pedidos rebotaran del cielo y cayeran en pedazos a nuestros pies. Dios parece estar lejos, escondido, dormido o sin simpatía hacia nuestros gritos de misericordia y ayuda. Por gracias, Dios nos ha dado los Salmos. En ellos, encontramos palabras que tratan todos los altibajos de la vida. Nos hace bien, cuando no nos sentimos de lo mejor, saber que otras personas también han estado ahí antes que nosotros para después recobrar su fe y vitalidad. Pero hay momentos en que necesitamos que Dios nos recuerde su amor y guía. Las palabras de este salmo fueron dadas en un momento así. Si no caben en tu experiencia actual, eleva esas palabras en oración por otra persona. ¡Pero si están acorde a tu estado actual, que momento para usarlos para expresarle a Dios tus sentamientos!
Oración: Amado Padre, te pido que hagas tu presencia obvia en mi vida. Ayúdame verla y tu misericordia más claramente. Quiero honrarte, Amado Dios, pero, por favor, hazme ver tu guía claramente para seguirte con denuedo y fidelidad. En el nombre de Jesús oro, Amen.